Macrotendencias

Otoño – Invierno 24 -25

Divergencia vs Convergencia

La pandemia trajo consigo nuevas posibilidades de interacción y de convivencia con el otro. Por ejemplo, el internet se convirtió en una herramienta que ha permitido trabajar de forma remota y cumplir con las diferentes tareas y/o actividades, comunicarnos de manera sincrónica (no física) con los nuestros; en el caso de las personas sordomudas, las videollamadas han facilitado el contacto con sus pares, y diferentes generaciones se abrieron a la tecnología, haciéndola parte de su cotidianidad. 

De hecho, la inteligencia artificial (IA) ha logrado establecerse en el día a día de manera imperceptible: se adapta, agiliza y facilita varias de las demandas de cada ser humano; se percibe como la “máquina” que entrelaza, construye y conserva nuestro avatar en la virtualidad. Podríamos considerar a la IA como nuestra propia sombra. De igual forma, los alcances, posibilidades y bondades tecnológicas, pueden acarrear riesgos: pérdida de la autonomía, desvanecimiento de la ética, transformación de las relaciones humanas, manipulación y vulnerabilidad, elementos que poco a poco ponen nuestra existencia en peligro. Por más intangible que parezca, es importante reflexionar, pensar y ser conscientes de los alcances y límites que nos permitan tener un equilibrio sano entre ambos extremos: lo humano y lo tecnológico. Sin pensarlo, vivimos en el paralelo constante de lo real y lo digital en un mismo espacio – tiempo.

Imperfectamente perfecto

Podríamos comparar la sociedad con la construcción de una mola, producto que elaboran las mujeres Gunadules, a partir de capas de tela, que cosen a mano, con hilo, para formar diseños que dan cuenta de su cosmogonía, la flora y la fauna que los rodea, evidenciando una manera de vivir en armonía con el entorno.

El arte de la mola surgió como tránsito del tatuaje corporal a la tela, como consecuencia de los imaginarios y tabúes impuestos por los colonizadores. El acto de rebelarse ha estado presente a lo largo de la historia, cuando el ser humano se siente inconforme, abrumado, atado, anárquico con relación a lo que sucede a su alrededor.

En época de crisis, ante la inconformidad, nacen espacios de reflexión, nuevas propuestas, soluciones creativa y aprovechamiento de los recursos (junto con los considerados desechos), adaptándonos con flexibilidad, y demandando variedad de alternativas que buscan aportar cambios positivos a la sociedad.

Bio-pensamiento

En la actualidad, empresas locales de diferentes sectores han iniciado transformaciones en sus procesos, productos y servicios, alineándose con las nuevas demandas de los usuarios y requerimientos que le apuestan a la preservación del medio ambiente. Por mencionar: Frisby, Sayonara, Gino Passcalli, Co&Tex, entre otras, le han apostado a la disminución del impacto ambiental en los últimos años. Estamos a tiempo de seguir estudiando y aprendiendo de la naturaleza, con el fin de cambiar nuestros procesos apoyados en nuevas alternativas tecnológicas que permitan disminuir nuestra huella negativa en el planeta. 

En la Sierra Nevada de Santa Marta, habita el pueblo Kogui, quienes se representan como “los guardianes de la armonía del corazón del mundo”. Desde su visión, la tierra es contemplada como un ser vivo, y los seres humanos, como aquellos que han quebrantado el equilibrio. Su misión sigue siendo velar por el cuidado, enseñarnos a convivir en consonancia con la madre naturaleza y respetar los ciclos de la vida.